Ha llegado un momento en mi vida en el que me he dado cuenta de lo afortunada que soy.
Hasta hace unos meses solo escribía cosas tristes.
Y me preguntabas que porqué siempre escribía cosas así.
Hoy puedo decir, que
era como me sentía en ese momento.
O simplemente era por sacar cosas que llevaban tiempo atormentándome.
Me siento afortunada.
Tengo una familia,
a la que quiero con locura.
Y esto nunca antes lo había dicho.
Tengo a unos amigos,
fantásticos.
Ojalá más gente fuera como ellos.
Por una vez en mucho tiempo siento que las cosas van bien.
Que lo estoy haciendo bien,
y
es una sensación
fantástica.
Por una vez puedo decir que las cosas van sobre ruedas,
no se hasta que punto me durara este fuerte que he creado.
Como una vez escribí 'aun sabiendo que los cimientos no eran sólidos para construir'.
Después de unos meses,
me he dado cuenta
que todo lo que he hecho es construir cimientos,
para que
a partir de ahora
las construcciones fueran solidas.
Es así que he construido mi fuerte,
y ahora, lo único que me afecta es que empiezo una nueva etapa en mi vida.
Con dieciocho años.
Con selectividad a una semana.
Yendo a la universidad dentro de tres meses.
A veces hay que dejar de buscar,
dejar que las cosas fluyan,
que todo siga su curso.
No forzarlas,
simplemente,
que ocurran.
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