Sueños.

Dieciocho son las veces que me he tenido que caer,
para comprender
que
la vida son momentos.

Momentos malos,
y buenos.

Más buenos que malos.

Diecisiete te quieros no respondidos,
para empezar a querer de verdad.

Dieciséis son las veces que me repito
todos lo días
que
hay que seguir adelante.
Que no importan los quince errores anteriores,
que ya vendrán catorce más.


Trece fueron los días que estuve fuera del país,
doce, para darme cuenta que hay mundo,
mundo por descubrir.

Once fueron las veces que lloré a escondidas,
y diez las bombonas de oxigeno por si me ahogaba de
las nueve veces que me había callado las
ocho letras de un te quiero.

Siete horas fueron las que esperé para que abrieran las puertas de un concierto,
seis las que me separan de mi futuro.

Sólo me hicieron falta cinco cartas para ganarte,
y la cuarta vez que te dije que te odiaba
ya no me creías.

Tres son las veces que no quise que me abrazaran.

Sólo me hicieron falta dos velas, para soplarle a una tarta,
y que mi sueño se cumpliera.